Así es más fácil volver a uno de tus días, al azar, y traerte de vuelta aunque sea un instante.
Me basta un instante ante semejante inmensidad.
Jugamos un ratito y te vas. Como tantas veces lo hacías y no me daba cuenta.
Lo que más extraño de ti: tu risa y tus abrazos, no sé... todo.
Te echo de menos tanto cariño que necesito seguir buscándote.
Así hasta que un día nos volvamos a encontrar.
Mientras tanto sigo poniendo mi reloj en hora para no perder el rumbo.
Para llegar siempre puntual a nuestra cita.
Cada 13 de cada mes a las 23 y 17.
La hora en la que vi tus ojos por primera vez y para siempre.
Te amo mariposita!
mamá
No hay comentarios:
Publicar un comentario