¿POR QUÉ HORE SHAKUL? הורה שכול

Hore Shakul hace referencia al padre o madre que ha perdido un hijo.
Significa algo así como "padre desconsolado".
Es una palabra hebrea y su origen es bíblico.
Aparece en el capítulo 18, versículo 21, del libro de Jeremías.
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Este blog está dedicado a mi amada hija Ludmila.

Escribir me ayuda a mantener vivo su

recuerdo...

Igual que los comentarios que

vosotros dejáis.

Entre todos lograremos que su semilla de amor siga germinando .



sábado, 15 de mayo de 2010

¿Qué es el duelo?

El duelo es un proceso de adaptación natural que permite restablecer el equilibrio personal y familiar roto por la pérdida de alguien o algo querido. Se trata de una respuesta emocional, de comportamiento y de pensamiento que desestabiliza y desorganiza temporalmente a la persona que se encuentra en situación de pérdida. Puesto que es un proceso natural en el ser humano, cabe diferenciarlo de una enfermedad.
Antiguamente, el duelo que conlleva la muerte, pese a ser doloroso y difícil, se vivía de una manera más natural, y la aflicción que se podía sentir, además de ser personal y familiar, se convertía en un hecho social donde ceremonias y rituales facilitaban el camino hacia la resolución. Hoy en día, sin embargo, se vive un cierto retraimiento al respecto, pronto se pide a la persona que vuelva a ser la que era, olvide lo sucedido y se dedique de lleno a sus hábitos diarios.
La persona que está en proceso de duelo puede reaccionar con sentimientos como la tristeza, el enfado, la culpa, el alivio, la confusión; sensaciones físicas como falta de aire, opresión en el pecho, sequedad de boca, vacío en el estómago; conductas como soñar con el fallecido, suspirar, llorar, buscarlo y llamarlo en voz alta; pensamientos confusos, alucinaciones breves y sensación de percibir la presencia del fallecido.
Asimismo, cabe tener en cuenta que se tiende a confundir los síntomas que aparecen en este proceso con los que se manifiestan en la depresión, y por ello suelen usarse medicamentos para paliarlos, lo que provoca el bloqueo de algunas expresiones emocionales y la ruptura del proceso natural del duelo. Sin embargo, y a pesar de que la manifestación de los síntomas mencionados supone un sufrimiento intensísimo, y puede asustarnos la idea de llegar al descontrol emocional, lo saludable es expresarlo, renunciar a controlarlo todo, darse permiso para sentir y dejar fluir aquello que nos mueve internamente.
En este camino, lo más habitual al principio es encontrarse en estado de shock o de bloqueo emocional, lo que por otro lado nos protege temporalmente del impacto vivido. Una vez ha pasado este momento, es positivo y saludable que nos demos el tiempo y el espacio necesarios para reconocer aquello que nos está pasando, que nos escuchemos. ¿Qué nos dicen nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro corazón? Sólo así podremos evitar complicaciones a largo plazo que pueden manifestarse tanto psicológica como físicamente. A veces, esto no es posible, pùesto que nuestra atención y nuestra dedicación han de centrarse en otras cosas que son prioritarias y que precisan de nosotros en aquel momento. De todos modos, una vez haya pasado un tiemo prudencial, será bueno observar qué nos pasa y qué sucede en nuestro entorno, para poder priorizar nuevamente lo que nos rodea.
La compañía de familiares, amigos y personas de confianza ayuda a legitimar el dolor y a que nos sintamos más protegidos.
La comprensión y el diálogo son básicos en el núcleo familiar, ya que cada miembro vive y expresa la`pérdida de manera diferente.
El proceso de duelo no es lineal. Por ello, cuando creemos que todo ha pasado y que hemos superado la pérdida, a veces nos sentimos en un estado que ya habíamos vivido antes, lo que nos hace pensar que hemos dado un paso atrás. Estos momentos dolorosos, que nos hacen recordar la situación en la que nos encontramos, que aquella persona ya no está con nosotros físicamente, pueden parecer retrocesos, pero en realidad nos indican que continuamente estamos en movimiento y no son más que un paso adelante en el camino que nos llevará a la recuperación.
El duelo es un proceso necesario para continuar viviendo y encontrar un lugar en nuestro ser para la persona amada. Esto no significa olvidarse de ella, sino volver a vibrar con la vida y seguir nuestro camino.