La esperanza es un recurso humano para sobrevivir, un detonante que vuelve a darle sentido a la vida.
Nos pone en marcha otorgándonos la fuerza y la voluntad que no encontrábamos.
Nos ayuda a soportar ciertos momentos en los cuales el dolor amenaza con destrozarnos el cuerpo y el alma.
Según el diccionario la esperanza es un estado de ánimo en el cual lo que deseamos es posible de alcanzar.
Nos hace sentir confianza .
En este sentido la esperanza puede compararse con la fe.
La fe nos da la seguridad de que Dios no nos da más de lo que podemos soportar porque quiere lo mejor para nosotros.
Aquellos que no creemos en Dios lo llamamos esperanza.
La esperanza repara el alma.
Debemos buscarla, crearla y aferrarnos a ella.
La esperanza es nuestro recurso final cuando parece no haber ningún recurso a nuestro alcance.