Ayer durante la presentación del libro de Javier Plaza en la Asociación
Cultural Tertulia Albada, pasamos un rato estupendo, hablando del Pirineo,
de los S...
lunes, 13 de diciembre de 2010
A UN OLMO SECO - Joan Manuel Serrat
Dedicado a mi mamá que tanto amó y seguirá amando a su nieta Ludmila..
Su corazón... también sigue esperando otro milagro de la primavera...
LA ETERNA AUSENCIA
Busco a Ludmila hablándole al viento con la esperanza de que quizás alguna de mis palabras llegue a sus oídos...
Lanzando besos al cielo, que ahora también es de ella...
Cantando las mismas canciones de cuna que la llevaban por sueños de cuentos y que al final no la devolvieron nunca...
Escribo para que ni siquiera el olvido me alcance y para que ella siga viva en los que me leen...
Pero a pesar de todo, el duelo sigue llevándome por un doloroso y largo camino que nunca se detiene... no tengo garantías de conseguir trascender el dolor... tampoco me importa... porque cada día me levanto y es un día más, que luego se hace meses... y así pasarán los años de esta eterna ausencia...
Dicen que cuando somos capaces de emprender nuevos proyectos y volver a soñar... cuando volvemos a reirnos y a relacionarnos con nuestros amigos... nuevos o viejos... es porque hemos aceptado que nuestro ser amado... mi hija... ha muerto y no volverá...
No es mi caso...
Quizás no ría del todo y mis sueños no sean del todo bellos... pero tengo proyectos y amigos... la mayoría nuevos, aunque a algunos ya los conocía de antes...
Puedo recordar a mi hija con una sonrisa... con miles de esas de su marca registrada que embellecen cualquier oído, pero no puedo aceptar su muerte...
Quiero y necesito que vuelva a mi vida... aunque no me quede más remedio que aceptar que no será así... pero esto no es aceptar su muerte, es soportar que no hay "remedio" y seguir...
La muerte de Ludmila no es algo que yo pueda superar... sólo estoy aprendiendo a no morir con ella... pero el tiempo y todo mi trabajo sólo me demuestra que el dolor sigue lastimando desde infinitos lugares y con multitud de apariencias...
El dolor lastima y sangra todo el tiempo... aún cuando río... aún cuando soy capaz de trabajar en nuevos proyectos... sangra y duele...
Pero tengo que ser fuerte... no puedo permitirme perder frente al dolor, porque arrastraría a otros a los que también amo... especialmente a Gael... que es todo para mí... igual que Lu...
Está Emilio que significa tanto en mi vida... él estuvo y sigue a mi lado... es quien escucha mi dolor y seca mis lágrimas... quien busca respuestas a tanto sufrimiento... y a su vez... quien logra emocionarme con su tristeza y dolor de padre.
Él me permite caminar aunque muchas veces no pueda, porque siempre me sostiene...
Están Mariasa y Katty siempre dispuestas a llevar parte de mi dolor... y otros amigos... grandes y pequeños amigos...
Y por fin está también la esperanza... esa que nos dice que mañana...
mañana será otro día...
Lanzando besos al cielo, que ahora también es de ella...
Cantando las mismas canciones de cuna que la llevaban por sueños de cuentos y que al final no la devolvieron nunca...
Escribo para que ni siquiera el olvido me alcance y para que ella siga viva en los que me leen...
Pero a pesar de todo, el duelo sigue llevándome por un doloroso y largo camino que nunca se detiene... no tengo garantías de conseguir trascender el dolor... tampoco me importa... porque cada día me levanto y es un día más, que luego se hace meses... y así pasarán los años de esta eterna ausencia...
Dicen que cuando somos capaces de emprender nuevos proyectos y volver a soñar... cuando volvemos a reirnos y a relacionarnos con nuestros amigos... nuevos o viejos... es porque hemos aceptado que nuestro ser amado... mi hija... ha muerto y no volverá...
No es mi caso...
Quizás no ría del todo y mis sueños no sean del todo bellos... pero tengo proyectos y amigos... la mayoría nuevos, aunque a algunos ya los conocía de antes...
Puedo recordar a mi hija con una sonrisa... con miles de esas de su marca registrada que embellecen cualquier oído, pero no puedo aceptar su muerte...
Quiero y necesito que vuelva a mi vida... aunque no me quede más remedio que aceptar que no será así... pero esto no es aceptar su muerte, es soportar que no hay "remedio" y seguir...
La muerte de Ludmila no es algo que yo pueda superar... sólo estoy aprendiendo a no morir con ella... pero el tiempo y todo mi trabajo sólo me demuestra que el dolor sigue lastimando desde infinitos lugares y con multitud de apariencias...
El dolor lastima y sangra todo el tiempo... aún cuando río... aún cuando soy capaz de trabajar en nuevos proyectos... sangra y duele...
Pero tengo que ser fuerte... no puedo permitirme perder frente al dolor, porque arrastraría a otros a los que también amo... especialmente a Gael... que es todo para mí... igual que Lu...
Está Emilio que significa tanto en mi vida... él estuvo y sigue a mi lado... es quien escucha mi dolor y seca mis lágrimas... quien busca respuestas a tanto sufrimiento... y a su vez... quien logra emocionarme con su tristeza y dolor de padre.
Él me permite caminar aunque muchas veces no pueda, porque siempre me sostiene...
Están Mariasa y Katty siempre dispuestas a llevar parte de mi dolor... y otros amigos... grandes y pequeños amigos...
Y por fin está también la esperanza... esa que nos dice que mañana...
mañana será otro día...
Dedicado a Gael, Emilio y a todos mis amigos y compañeros de viaje... aunque hoy quería nombrar especialmente a estas dos
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LUDMILA
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