Ludmila...
Otra vez pongo en palabras mi sentir permanente.
Nadie nos escucha, como no se escucha mi dolor impronunciable y a la vez el más real de todos mis dolores.
Ya no tengo preguntas ni respuestas... sólo pesar infinito.
Sólo se que el viaje será eterno, hasta que te encuentre y se acabe por fin todo esto, que a la vez quiero tanto.
Mientras te sigo viviendo porque estás hecha de amor y el amor nunca muere.
Soy un reflejo de tí.
Soy tu riqueza.
Por eso se que mi herida no se sana con nada. Ni siquiera con tus hermanos que forman parte de lo hermoso de mi vida.
Si la vieras a Valeria te sorprendería ver el parecido que tiene contigo.
A veces pienso que fuiste tú quien la ha esculpido para que el camino nos fuera más soportable.
Y Gael... él te sigue buscando cuando mira las estrellas y tampoco renuncia a la idea de encontrarte.
Estamos aprendiendo a vivir también en otras dimensiones porque te necesitamos cerca.
A nuestro lado.
Siempre a nuestro lado.
TE AMAMOS MARIPOSA
Ayer durante la presentación del libro de Javier Plaza en la Asociación
Cultural Tertulia Albada, pasamos un rato estupendo, hablando del Pirineo,
de los S...