La cuestión es que hoy me encontraba en un taller de cuentoterapia a cargo de Anabel.
Había llegado a tientas confiando que encontraría más de lo que buscaba... y así fue...
De pronto... como si se tratara de un cuento... empezaron a danzar las letras... cada una formando una palabra mágica... y entre todas, un tesoro...
Un tesoro con dragones... fantasmas... ogros y brujas... SÍ... pero también, un tesoro con amor... equilibrio... sabiduría... y esperanza...
Un tesoro mágico que cura...
Gracias Anabel por darme un poco de tu medicina!
Ya empiezo a notar sus efectos...
Ya se me nota la vida...