Se suele hablar del camino de la felicidad.
Hay cientos de libros de autoayuda con este título. Es como si la felicidad fuera un lugar maravilloso al que hay que llegar a través de algún camino.
Nacemos con esa idea en la cabeza: la felicidad es un lugar al que hay que dirigirse.
Yo creo que el intento de encontrar el final de ese camino nos hace muchas veces sentirnos infelices, porque como no se llega nunca, no alcanzamos a percibir todo lo que nos rodea, es decir, lo que ya tenemos.
Quizás si intentáramos pensar que de todo lo que se trata es de la forma en que enfrentamos lo que nos pasa, seríamos concientes de que la felicidad forma parte de nosotros, a pesar del dolor.
TE AMO PRNCESA MARIPOSA...
SIEMPRE...
Ahora un cuento pare reflexionar...
El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tanquilamente recostado contra su barca y fumando una pipa.
•"¿Porqué no has salido a pescar?" le preguntó el industrial.
•"Porque ya he pescado bastante por hoy" respondió el pescador
•"¿Y porqué no pescas más de lo que necesitas?" insistió el industrial.
•"¿Y qué iba a hecer con ello?" guntó a su vez el pescador.
•"Ganarías más dinero" fue la respuesta. "De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprte unas redes de nylon, con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas... y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico, como yo".
•"¿Y qué haría entonces?" preguntó de nuevo el pescador.
•"Podrías sentarte y disfrutar de la vida", Respondió el industrial.
•"¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?" respondió el satisfecho pescador.
Ayer durante la presentación del libro de Javier Plaza en la Asociación
Cultural Tertulia Albada, pasamos un rato estupendo, hablando del Pirineo,
de los S...