¿POR QUÉ HORE SHAKUL? הורה שכול

Hore Shakul hace referencia al padre o madre que ha perdido un hijo.
Significa algo así como "padre desconsolado".
Es una palabra hebrea y su origen es bíblico.
Aparece en el capítulo 18, versículo 21, del libro de Jeremías.
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Este blog está dedicado a mi amada hija Ludmila.

Escribir me ayuda a mantener vivo su

recuerdo...

Igual que los comentarios que

vosotros dejáis.

Entre todos lograremos que su semilla de amor siga germinando .



jueves, 7 de abril de 2011

¿PASTILLAS PARA OLVIDAR?

La pérdida traumática de un ser querido, una fobia incontrolable, un atentado, una guerra...
El sueño de muchas personas es constantemente invadido por evocaciones terribles y dolorosas que querrían desterrar para siempre.
La memoria, traicionera, los mantiene vívidos en algún rincón del cerebro. Este sufrimiento podría estar llegando a su fin. Una pequeña molécula, debidamente empleada, borra recuerdos de forma selectiva dejando los demás intactos.
Todavía es pronto para pensar en una "píldora para el olvido" ya que el estudio se ha realizado con ratones y, como sus propios autores reconocen, la técnica empleada, tal cual se ha diseñado, "no podría aplicarse en la clínica" porque requeriría pasos muy complejos.
Hace tiempo que la ciencia descubrió que la memoria no es un compartimento estanco y que lo almacenado en ella puede, en un momento dado, desaparecer.
Según se ha sabido, existe un pequeño periodo ventana, justo después de la evocación de un recuerdo, en el que éste se puede eliminar.
Puede que algún día sea posible enviar determinados recuerdos "allá, allá lejos;donde habite el olvido", como dijo el poeta Luis Cernuda.


Ahora, me pregunto yo: ¿no somos acaso el resultado de nuestras experiencias? ¿No somos lo que somos por lo que hemos vivido, por las personas que amamos, las que nos agradan, las que nos caen mal? ¿Acaso cada uno de nosotros no ve el mundo de una forma diferente debido a nuestras propias experiencias, tanto positivas como negativas?
A lo mejor, si "no olvidamos", podemos conseguir evitar que algunas de ellas vuelvan a producirse, como es el caso de las fobias (fobia deriva del griego phobos, dios del mismo nombre que provocaba pánico en sus enemigos).
Tal vez en un futuro, esa píldora podría otorgarme la posibilidad de olvidarme de la muerte de mi hija; y en ese caso, ¿cómo resolvería el problema de no saber qué ha ocurrido con ella?
¿Pensaré simplemente que desapareció sin más?
¿Tendré que aceptar el precio de olvidarme de mi hija para no sentir este dolor?
Entre los nativos del extremo sur de África, hay un dicho popular que dice "umuntu, nigumuntu, nagamuntu", que en zulú significa "una persona es una persona a causa de los demás".
Los hawaianos tienen un idioma con muchas menos palabras que las nuestras. Una de ellas, la que se usa para agradecerle a otro, es la palabra majal, que quiere decir te agradezco mucho. Y para responder a ese agradecimiento también se usa la palabra majal, que en este caso quiere decir te agradezco que me hayas permitido hacer algo por tí.
En la hermosa obra de Maeterlinck, "El pájaro azul de la felicidad", los niños Tyltyl y Mytil parten en busca del místico pájaro azul de la felicidad. Un hada les dice que en su camino llegarán a la Tierra de la memoria, donde al girar el diamante mágico del sombrero de Tyltyl verán a todos sus seres queridos que han partido, sus abuelos, hermanos y hermanas. "¿Pero cómo los veremos si están muertos?", pregunta Tyltyl con asombro. A lo que el hada suavemente responde: "¿cómo pueden estar muertos cuando viven en tu memoria?".
Este poder de la memoria es el que hace inmortales a aquellos que amamos. La muerte no nos puede robar nuestro pasado.
Los días y años que compartimos, las esperanzas y aventuras, los pequeños actos de amor, las alegrías y las tristezas, forman parte de nuestra imborrable historia personal.
Por ello, y a pesar del infinito dolor de su partida, en mi corazón permanecerá para siempre el recuerdo de mi amada hija Ludmila.




TE AMO PRINCESA.
mamá

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Por Dios!!
La poesía de León Felipe...
No podías elegir nada mejor para este sitio!
Poesía que habla de transformar el mundo y convertirlo en algo digno de poder contar. Como todo lo que tú nos cuentas...
Aúpa Laura!!
Estás haciendo justicia!
Julia

lucia dijo...

Prefiero cargar la cruz hasta el fin de mis dias,antes que olvidar ni uno solo de los segundos vividos con mi nieta,cada dia la amo mas.

Anónimo dijo...

Aunque existiera esa pildora,porque tomarla somos quien somos por nuestras experiencias vividas no quiero olvidar nada de los recuerdos que tengo de las personas queridas que me faltan porque es su recuerdo el que me hace seguir hacia delante y luchar más por lo que tengo.Por qué olvidar algo tan lindo y puro como era Luzmila, prefiero cargar siempre con su recuerdo.
Una amiga que te quiere.
Besos.

Anónimo dijo...

Por supuesto que no hay nada que olvidar. Ella siempre va a seguir intacta en tu corazón, allí donde el amor y el dolor se funden ante su ausencia. Te mando un abrozo de oso, a la distancia, desde lo más profundo de mi alma. Te quiero. Maru.

Ramón dijo...

No hay dolor más fuerte que la falta de un hijo. Es dolor moral,del alma; tan desde dentro, que es dolor físico, brutal, lacerante. Es antinatural. Pero es así. No valen consuelos. Vale compartir.......y callar. Y al mismo tiempo de no poder olvidar, no querer hacerlo. Es sencillamente Amor.
Quiero darte las gracias. Tu tremendo dolor nos hace, me hace, más fuerte. Tu dolor no es anónimo. Al menos a mí me ha servido inesperadamente en esta tarde. Ha pasado a ser una vivencia
concreta y personal que me obliga
a tratar con ese Dios que lo es de vivos y no de muertos. Que nos da la seguridad de reencontrarnos.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Un padre no debería tener que enterrar a un hijo.
A mi me tocó enterrar a 3 por un accidente en el carro.
Dos gemelos de 4 años y la pequeña de 2.
Cada célula de mi cuerpo llora porque ya no están, pero a pesar del dolor, no quiero olbidarme ni por un segundo de lo marabilloso que fue ser su madre.
Un beso grande!
María Elena

Anónimo dijo...

La vida de una persona está llena de logros y fracasos, de alegrías y tristezas.
Esas pastillas tendrían que formatear nuestro cerebro cada día y después de cada experiencia movilizadora.
Entonces nos convertiríamos en una especie de robots incapaces de resolver cualquier problema y todo sería un caos.

Anónimo dijo...

Siento que tu corazón se desgarra en cada frase que escribes.
Es muy difícil hacerlo de forma directa, sin circunloquios innecesarios, y al mismo tiempo de forma bella, sin que sobre una palabra.
Un abrazo al cielo Lu!