Me enfundo unos pantalones de seda y revoloteo como una mariposa para ver si así consigo acercarme a tí.
A veces creo que lo consigo, aunque al final siempre me queda el olor inconfundible de tu ausencia irremediable.
Ya nada huele a tí... sólo mi corazón.
Te amo hija, más de lo que nadie nunca imaginaría posible.
mamá
No hay comentarios:
Publicar un comentario